La domótica ya no es un producto elitista que solo podamos encontrar en películas, grandes mansiones de lujo u oficinas de Silicon Valey. Todo lo contrario, la domótica es ya una necesidad básica en casi cualquier entorno. Y los arquitectos debemos aprender a incorporarla de forma adecuada a nuestros proyectos.

Domótica 2.0 para el hogar

Con motivo del 15 aniversario de la empresa Domonova, una de las empresas con las que solemos trabajar y que siempre nos sorprende para bien, fuimos invitados a una breve charla ofrecida por su CEO, Pedro Núñez, que nos ha animado a escribir este artículo. Os dejamos el vídeo y os recomendamos que lo veáis íntegramente.

Celebramos nuestro 15 aniversario

Publicada por Domonova en Jueves, 25 de noviembre de 2021

Nuevos espacios para la domótica

¿Os sorprendería saber que se diseñan casas en las que no se incluye la instalación de una antena analógica?  Pues así es. Hoy en día la mayor parte de los contenidos que consumimos entran en nuestro hogar a través de Internet. Se ha superado la idea de «una televisión en cada habitación», y hemos pasado a «varias pantallas conectadas a Internet por cada habitante» (televisión, tablet, consola, móvil, electrodomésticos, etc).

Además, parece que la pandemia ha revertido el paradigma de «las ciudades de las casas vacías» (hogares vacíos la mayor parte del día porque sus habitantes se pasan la mayor parte del día trabajando fuera de casa), hacia la «sociedad del teletrabajo», en la que se amplían las necesidades de las familias (simultaneidad de usos y conexiones, espacios abiertos, etc.), que la mayoría de las viviendas tradicionales no han sabido cubrir. 

El teletrabajo durante la pandemia.

La estética de lo invisible

La domótica aplicada a la sostenibilidad y la eficacia energética energética es otro de los vectores que tenemos que tener en cuenta, porque la tecnología va a necesitar un lugar físico dentro de nuestro hogar. Paneles solares, cargadores de coches eléctricos, cámaras, pequeños sensores, etc, todo ello debe estar integrado en el diseño para que no se perciba como un añadido adicional en el que el arquitecto no había pensado.

Conclusión: la domótica debe estar presente en la fase del diseño arquitectónico

La integración de las nuevas tecnologías en los proyectos de arquitectura es una necesidad cada vez más requerida. La casa ya no gira en torno al fuego (la cocina), o la tele (el salón), sino al usuario. Por primera vez una casa inteligente (con sensores), puede ser consciente de que está siendo habitada y tomar decisiones al respecto.

Además el valor añadido a una casa con una buena instalación de domótica, puede verse reflejado en el valor comercial de la misma, y en una diferenciación respecto a otras de características similares.